Y ésta es la situación que nos hemos encontrado durante la huelga realizada ayer y anteayer por el Cuerpo de Laj. Justamente ésta. Algo que ya vivimos cuando hicieron la huelga del pasado día 26 de enero.
Resulta que, para que se
pueda apreciar que han realizado una huelga, en muchos casos se han dado órdenes, tanto verbales como escritas, de
que el personal de Auxilio, Tramitación y Gestión no haga una multitud de
tareas que ya realizan, de manera habitual, cada día.
Lo hemos visto tanto en la
Comunidad Valenciana como en el resto de territorios a lo largo y ancho de todo el país.
No proveer ningún escrito con fecha de esos dos días, no practicar notificaciones, no aceptar
ningún escrito ni demanda, no practicar averiguaciones patrimoniales, no
celebrar juicios…y así hasta un sinfín de cuestiones.
Si
en el día de hoy fuera el personal de los Cuerpos Generales el que hubiera
dejado de hacer todos esos trámites, entonces sí que se habrían paralizado los
Juzgados.
Pero no ha sido el caso
porque, encima, hoy, a nuestros compañeros y compañeras se les
habrá exigido que se pusieran al día e hicieran todo lo que no les dejaron
hacer en los dos últimos días.
Y no es nuestra intención
sabotear lo que consideramos una huelga legítima por parte de este Cuerpo, motivo
por el que no vamos a hacer más sangre, sino dejar claro que una cosa es hacer una huelga y no acudir a
tu puesto de trabajo y una cuestión muy distinta es evitar que el resto del
personal del Juzgado trabaje de la misma manera que lo haría, tanto si
estuviera su Laj como si no por estar de permiso, por ejemplo.
Añadir que, en su mayoría,
el personal se ha sentido coaccionado y
ha acatado las órdenes por miedo a las consecuencias de su incumplimiento.
Si esta es la única forma
que un colectivo tiene de hacer que una huelga tenga repercusión, mal van…