El conflicto en Oriente Próximo ha alcanzado una escala devastadora, afectando profundamente la vida de millones de personas. La franja de Gaza se ha convertido en un mar de escombros, donde el desplazamiento forzado, la pérdida, el hambre y la enfermedad son el día a día de sus dos millones de habitantes.
Los ataques israelíes se han cobrado la vida de miles de civiles, incluidos demasiados niños y niñas, y han dejado una huella imborrable: miles de familias desplazadas, menores traumatizados e infraestructuras esenciales destruidas.
Además las autoridades israelíes han cometido toda una serie de abusos, en particular el impago de salarios y la retención de prestaciones a más de 200.000 trabajadores y trabajadoras de Palestina que trabajaban en Israel.
Abusos que han supuesto pérdidas de ingresos por valor de millones de dólares provocando una grave inseguridad financiera, dificultades económicas, privación de servicios básicos y penurias generalizadas a las personas trabajadoras afectadas que carecen de acceso a recursos judiciales tanto en Gaza como en Cisjordania y ahora en El Líbano.
Situación que desde nueve organizaciones sindicales mundiales hemos denunciado el pasado 27 de septiembre de 2024 ante la Organización Internacional del Trabajo cuyo director general ha expresado que “el mercado de trabajo en Palestina se ha hundido, en un contexto de destrucción generalizada, desplazamientos, matanzas y hambre”.
En El Líbano, la expansión del conflicto está obligando a miles de civiles a revivir traumas del pasado, enfrentando el desplazamiento y la pérdida. Las familias huyen en busca de seguridad, pero la incertidumbre y el miedo dominan sus vidas. A medida que la situación empeora, la necesidad de ayuda humanitaria es cada vez mayor.
La situación es desgarradora. Millones de personas viven atrapadas en una espiral de violencia y sufrimiento. Se enfrentan al hambre, la enfermedad y la pérdida de sus seres queridos.
Los trabajadores y trabajadores de UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina, están en Gaza y Líbano respondiendo a la emergencia. El 95% de la plantilla de la Agencia son refugiados y refugiadas de Palestina que sirven a su comunidad y no les van a abandonar a pesar de los riesgos. Más de 220 personas trabajadoras de UNRWA han sido asesinadas en el último año.
¿Qué puedes hacer?
Desde Comisiones Obreras llamamos a toda nuestra afiliación y, en general, a la ciudadanía española a contribuir en la medida de sus posibilidades con su donativo a UNRWA para que esta Agencia pueda seguir brindando refugio, comida, agua y atención médica a quienes más lo necesitan, tanto en Gaza como en El Líbano. Cada gesto cuenta.
Con 80€ podemos repartir alimentos para una familia de 7 miembros durante 2 meses.
Con 110€ podemos suministrar agua potable a una familia desplazada durante 1 mes.
Es el momento de actuar. Aún estamos a tiempo de brindar esperanza en medio de la adversidad.
Dona ahora y salva vidas en: https://donaunrwa.ccoo.es
Gracias por estar al lado de las familias que más te necesitan.
Tu solidaridad marca la diferencia.
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