Se ha dictado una nueva Resolución
de servicios mínimos por parte del Ministerio, que determina, a grandes rasgos,
que se cubran los servicios mínimos por los distintos Juzgados de guardia:
instrucción, violencia, menores, la guardia de la fiscalía; que se cubran las
actuaciones declaradas esenciales para el Registro Civil y que se realicen las
actuaciones urgentes en causas con preso.
Para el resto del personal establece
que en las sedes donde no hay Juzgado de Guardia, se refiere a los partidos
donde hay varias sedes judiciales, haya 1 persona por sede. El resto del personal estará en su casa en
situación de disponibilidad.
Pero aquí no hay nadie que se quiera
mojar y que tenga los arrestos suficientes como para dar un golpe encima de la
mesa y decida dejar de arriesgar gravemente, y de forma innecesaria, la salud
del personal al servicio de la Administración de Justicia.
El primero el Ministerio, que
determina que va a centralizar la gestión de la crisis, pero luego, aunque se
lo hemos solicitado, se niega a poner por escrito que su Resolución es
vinculante para todo el territorio nacional y deja en manos de las Comunidades
transferidas el adaptarlo a su gusto. Primera
vergüenza. Sr. Ministro para no hacer nada no se ponga, si no va a ayudar
al menos no incordie.
Pero la culpa la podemos repartir
porque llegamos a la Segunda Vergüenza,
el Consejo General del Poder Judicial, Órgano de Gobierno de los Jueces, que se
arroga a sí mismo la potestad de intervenir y decidir sobre los servicios
mínimos de los Cuerpos Generales mientras manda a su casa a todo el colectivo
de la Judicatura, no vaya a ser que se infecten…o que se cansen…
De ellos emana la Tercera Vergüenza. El CGPJ decide que
se creen Comisiones Autonómicas de Gestión de la Crisis en las Comunidades
Autónomas y llega a incluir en las mismas hasta a los Colegios de Abogados. Representantes de todos los colectivos,
excepto los representantes de los y las trabajadores. Pero como todo
siempre se puede hacer peor, en nuestra Comisión Autonómica ni siquiera hay un
representante de Sanidad, como indica el Consejo, nombran al Delegado de
Prevención de los Jueces. Increíble verdad? Pues cierto. En la Comisión está el Delegado de Prevención de los Jueces, pero ni
uno de los Delegados y Delegadas de Prevención de los sindicatos, a pesar
de que los hemos solicitado reiteradamente. Es esta Comisión, compuesta en su
mayoría, por los que se quedan en casa, la que está decidiendo, hasta ahora,
que los demás tengamos que ir a trabajar.
Siempre
ha habido clases y está claro que tu salud no es tan importante como la suya.
Pero no podemos obviar la Cuarta Vergüenza, o poca vergüenza, que
es la que han tenido los Secretarios Coordinadores, que han sido incapaces,
cuando se dejó en su mano la capacidad de reducir efectivos, de tomar ninguna
decisión y, echando balones fuera y eludiendo su responsabilidad, resolvieron
que fueran los y las Laj’s quienes tomaran esta decisión.
Afortunadamente una parte de ese
colectivo, con dos dedos de frente, tomó esa decisión pero, Quinta Vergüenza, una inmensa mayoría
tampoco quiso asumir nada y en muchos Juzgados las cosas siguieron igual o
peor, viendo como mientras había órganos con la plantilla mínima en otros no
había nadie porque estaban en situación de disponibilidad.
Pero, al final, hay que llegar a
quien tiene la responsabilidad máxima, a quien firma las Resoluciones en la
Comunidad Valenciana, a la mayor y
máxima Vergüenza, a una Consellera, desaparecida en combate para Justicia,
por mucha que de ella provenga, que consiente, sostiene y respalda que sean
otras personas las que decidan mientras ella firma. Que avala la ingerencia que
supone que sea el colectivo judicial quien decide, a sabiendas de que decide
mal; que es parte y cómplice de que nuestra salud se arriesgue día tras día de
forma absurda e innecesaria.
Quizás cuando sea el colectivo de
justicia, con más personal contagiado cada día, el que determine cuando la
dichosa curva empieza a bajar, quizás y sólo quizás, todos los organismos antes
mencionados, con la Sra. Bravo a la
cabeza, se den cuenta de su tremendo error. Pero entonces será tarde…
Sra.
Consellera exigimos que se acaten los servicios mínimos establecidos por el
Ministerio de Justicia y reiteramos nuestra advertencia: todo esto pasará, no
lo dudamos, y ese será el momento en que exijamos responsabilidades a todo el
que esté siendo cómplice de este disparate y las exigiremos donde haga falta,
no lo dude.
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