Estos
últimos días hemos sabido de nuevos casos de víctimas de violencia de género.
Es un suma y sigue sangriento que no parece tener fin.
Siempre
que suceden estas tragedias parece que tenemos que buscar culpables pero lo
realmente importante es buscar soluciones que impidan que se produzcan estos
hechos. Sin duda todos los esfuerzos deben centrarse en la prevención y en que
las víctimas y sus entornos cercanos tengan la información suficiente para
atajar situaciones de riesgo y se pueda proteger con garantías a las personas
implicadas.
Sólo un 3% del total de
las denuncias se realizan por parte del entorno de la víctima ya que parece que
el ámbito conyugal pertenece a la privacidad de las personas y muchas veces
cuando se quiere actuar es tarde.
El teléfono
016 es un servicio de asesoramiento que no deja rastro en la factura
telefónica y al que se tiene que acudir cuando haya indicios de maltrato para
que se derive a los ámbitos oportunos ya sea policial, de asistencia social o
de atención psicológica.
La violencia contra la mujer es un
problema de toda la sociedad y que todos debemos combatir. No hay que ocultarlo
como un fracaso personal o conyugal, necesita de la ayuda de los entornos
familiares y cercanos, necesita de los profesionales (juzgados, psicólogos,
asistentes sociales y policías) y necesita de la concienciación de toda la
sociedad.
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