Una nueva vergüenza en la gestión de esta crisis en los Juzgados de la Comunidad Valenciana por parte de la Consellera Bravo


31 mar 2020



Se ha dictado una nueva Resolución de servicios mínimos por parte del Ministerio, que determina, a grandes rasgos, que se cubran los servicios mínimos por los distintos Juzgados de guardia: instrucción, violencia, menores, la guardia de la fiscalía; que se cubran las actuaciones declaradas esenciales para el Registro Civil y que se realicen las actuaciones urgentes en causas con preso.
Para el resto del personal establece que en las sedes donde no hay Juzgado de Guardia, se refiere a los partidos donde hay varias sedes judiciales, haya 1 persona por sede. El resto del personal estará en su casa en situación de disponibilidad.

Pero aquí no hay nadie que se quiera mojar y que tenga los arrestos suficientes como para dar un golpe encima de la mesa y decida dejar de arriesgar gravemente, y de forma innecesaria, la salud del personal al servicio de la Administración de Justicia.


El primero el Ministerio, que determina que va a centralizar la gestión de la crisis, pero luego, aunque se lo hemos solicitado, se niega a poner por escrito que su Resolución es vinculante para todo el territorio nacional y deja en manos de las Comunidades transferidas el adaptarlo a su gusto. Primera vergüenza. Sr. Ministro para no hacer nada no se ponga, si no va a ayudar al menos no incordie.

Pero la culpa la podemos repartir porque llegamos a la Segunda Vergüenza, el Consejo General del Poder Judicial, Órgano de Gobierno de los Jueces, que se arroga a sí mismo la potestad de intervenir y decidir sobre los servicios mínimos de los Cuerpos Generales mientras manda a su casa a todo el colectivo de la Judicatura, no vaya a ser que se infecten…o que se cansen…

De ellos emana la Tercera Vergüenza. El CGPJ decide que se creen Comisiones Autonómicas de Gestión de la Crisis en las Comunidades Autónomas y llega a incluir en las mismas hasta a los Colegios de Abogados. Representantes de todos los colectivos, excepto los representantes de los y las trabajadores. Pero como todo siempre se puede hacer peor, en nuestra Comisión Autonómica ni siquiera hay un representante de Sanidad, como indica el Consejo, nombran al Delegado de Prevención de los Jueces. Increíble verdad? Pues cierto. En la Comisión está el Delegado de Prevención de los Jueces, pero ni uno de los Delegados y Delegadas de Prevención de los sindicatos, a pesar de que los hemos solicitado reiteradamente. Es esta Comisión, compuesta en su mayoría, por los que se quedan en casa, la que está decidiendo, hasta ahora, que los demás tengamos que ir a trabajar.

Siempre ha habido clases y está claro que tu salud no es tan importante como la suya.

Pero no podemos obviar la Cuarta Vergüenza, o poca vergüenza, que es la que han tenido los Secretarios Coordinadores, que han sido incapaces, cuando se dejó en su mano la capacidad de reducir efectivos, de tomar ninguna decisión y, echando balones fuera y eludiendo su responsabilidad, resolvieron que fueran los y las Laj’s quienes tomaran esta decisión.

Afortunadamente una parte de ese colectivo, con dos dedos de frente, tomó esa decisión pero, Quinta Vergüenza, una inmensa mayoría tampoco quiso asumir nada y en muchos Juzgados las cosas siguieron igual o peor, viendo como mientras había órganos con la plantilla mínima en otros no había nadie porque estaban en situación de disponibilidad.

Pero, al final, hay que llegar a quien tiene la responsabilidad máxima, a quien firma las Resoluciones en la Comunidad Valenciana, a la mayor y máxima Vergüenza, a una Consellera, desaparecida en combate para Justicia, por mucha que de ella provenga, que consiente, sostiene y respalda que sean otras personas las que decidan mientras ella firma. Que avala la ingerencia que supone que sea el colectivo judicial quien decide, a sabiendas de que decide mal; que es parte y cómplice de que nuestra salud se arriesgue día tras día de forma absurda e innecesaria.

Quizás cuando sea el colectivo de justicia, con más personal contagiado cada día, el que determine cuando la dichosa curva empieza a bajar, quizás y sólo quizás, todos los organismos antes mencionados, con la Sra. Bravo a la cabeza, se den cuenta de su tremendo error. Pero entonces será tarde…

Sra. Consellera exigimos que se acaten los servicios mínimos establecidos por el Ministerio de Justicia y reiteramos nuestra advertencia: todo esto pasará, no lo dudamos, y ese será el momento en que exijamos responsabilidades a todo el que esté siendo cómplice de este disparate y las exigiremos donde haga falta, no lo dude.

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