CCOO solicita a la Consellera de Justicia que se mantenga la opción del teletrabajo con una nueva prórroga de los permisos de acceso remotos, la negociación inmediata del mismo para el personal de Justicia en la Comunidad Valenciana y una reunión urgente con la Sra. Bravo en la que podamos tratar en profundidad este tema, así como otros que también se encuentran pendientes.
A día de hoy, y
con la negociación del teletrabajo para el personal del Consell en su última
fase, nos encontramos con que dicho tema no ha sido, ni siquiera, iniciado para
el personal de la Administración de Justicia. Para más abundamiento, el día 30
de septiembre finaliza la vigencia de las autorizaciones de acceso ligero para
aquellas personas que utilizan este sistema de acceso para realizar teletrabajo
en justicia, sin que haya intención, por parte de la Dirección General de
Justicia, de solicitar su prórroga.
A diferencia del
personal del Consell, en la mayoría de Consellerias comenzó a realizar trabajo
presencial hace poco tiempo, en la Administración de Justicia se realizó
trabajo presencial desde el momento mismo en que se declaró el estado de alarma,
incrementando periódicamente el porcentaje de plantilla presencial hasta
culminar con el 100% en el mes de mayo. Este complejo periplo de mantener el
funcionamiento de la Justicia como servicio esencial se sostuvo, en buena
medida, en aquel personal que optó de forma voluntaria, por complementar el
trabajo que se desarrollaba en los órganos judiciales con el teletrabajo que
realizaba desde casa. Y eso, a pesar de que realizar teletrabajo no excluía a
nadie de realizar el trabajo presencial que por turno le correspondiera.
Otro factor
importante a tener en cuenta es importante porcentaje de personas que, teniendo
concedido el permiso para cuidado de menores o mayores, realizó teletrabajo
para aportar su colaboración al buen funcionamiento del órgano al que
pertenecían.
Le vino muy bien
a la Administración, en aquel momento, la buena voluntad de quienes decidieron
colaborar más allá de sus obligaciones, para intentar conseguir que el reinicio
de la actividad completa supusiera el menor colapso posible. Ahora, con el
nivel de contagios en pleno ascenso en la Comunidad Valenciana, la alternancia
entre trabajo presencial y teletrabajo seguiría suponiendo un balón de oxígeno
para aquellos órganos donde se detecten positivos gracias a la menor
posibilidad de contacto estrecho entre las y los trabajadores.
Con el curso
escolar comenzado y habiendo comenzado también el cierre de aulas y
consiguiente cuarentena del alumnado de las mismas, el teletrabajo también
daría la opción de poder seguir trabajando desde sus casas mientras, por deber
inexcusable, deben de cuidar de los menores durante esta cuarentena.
Como conclusión,
cabe destacar la falta de sentido que supone eliminar una forma de trabajo
alternativa y necesaria, que ha llegado para quedarse, que debería estar
regulada en breve lo que la volvería a activar y que, realmente, se está
utilizando sólo en aquellos órganos judiciales donde su Laj así lo ha
considerado y mantenido por su eficacia práctica.